¿Por qué se van los trabajadores?
– Ofertas inesperadas
Debemos tener en cuenta de que nuestros empleados más válidos no pasan desapercibidos a los ojos de los demás. Todas las empresas siempre están en busca de un empleado que pueda sumar al equipo. En muchas ocasiones estas empresas no están necesariamente desconectados totalmente de nosotros. Se puede tratar de la competencia o incluso de proveedores nuestros que hayan estado teniendo trato con nuestro trabajador en cuestión. Si no hemos llevado a cabo bien la gestión de talento en nuestra empresa, el trabajador puede ser que acepte otra oferta sin remordimientos.
– Cambios
Cualquier cambio en la estructura, responsabilidades, cambios salariales… cualquier cambio puede desestabilizar a los trabajadores. Y aunque desde el punto de vista de la dirección, por ejemplo un cambio salarial en uno de nuestros trabajadores no debería afectar a otros, no tenemos que olvidar que los rumores o los agravios comparativos desde la perspectiva de cada uno existen. La gestión de talento y de equipos es algo sumamente frágil. Recomendamos transparencia en la medida de lo posible y un análisis de efectos de los cambios implantados.
– Pérdida de ilusión
La rutina es enemiga de la motivación. Si nuestros empleados no están motivados y no sienten que se valora su trabajo, puede que pierdan la ilusión. Cuando esto sucede es solo cuestión de tiempo que se planteen un cambio laboral.
– Jefes tóxicos
Un buen líder es crucial para retener el talento en la empresa. La gestión del talento está en sus manos, pues es la cara visible para los trabajadores. Jefes que no reconocen méritos, que dan por sentado el trabajo y que además se apuntan “tantos” existen en todos lados. Un equipo es un equipo, tanto cuando hay buenos resultados, como si estos son malos.
¿Por qué vienen con nosotros los trabajadores?
Tenemos que ser realistas y los empleados no aparecen en nuestras vidas por arte de magia o sin ninguna expectativa.
– Por un proyecto
Un proyecto sugerente suele ser el que capta la atención de nuestros trabajadores con más talento. Pues se mueven por la motivación y ésta tiene un valor incalculable. Creer en el proyecto es clave para desarrollar una buena performance en el trabajo. Por tanto, enamora al trabajador con el proyecto. Es vital hacerle sentir de que va a formar parte de algo grande, algo en lo que tú crees. No es solo un trabajo con un control horario y unos informes de resultados. Se trata de aquello a lo que le van a dedicar más horas durante la semana.
– Por una buena remuneración económica
Está claro que hoy en día nos mueve el dinero, y todos nos ponemos un precio. Si el trabajador entra en la empresa por un buen sueldo, su grado de compromiso puede ir disminuyendo. Por eso debemos siempre tener en cuenta también el salario emocional de cada uno.
– Por necesidad de trabajar
Todos necesitamos trabajar, sin embargo, asegúrate de que a quien fichas no te ha “vendido la moto” para que le contrates. Este perfil de trabajador no está fidelizado y si lo has fichado es porque te interesa. Así que ten en cuenta que es responsabilidad de la empresa y en especial, de su jefe que el trabajador esté contento y no considere este trabajo como un trabajo puente.
– Por posibilidad de crecimiento laboral
¿Qué hacer cuando un trabajador se va?
– Conocer el grado de satisfacción de los trabajadores (a priori)
– Acabar en buenos términos (si es posible)
– Preguntar por qué, y estar abierto a críticas
¿Qué quiere un trabajador?
Conclusión sobre la gestión del talento
– Cortar las alas
– El famoso “No pasa nada”
– Falta de reconocimiento
– Agravios comparativos
– Olvidar que son personas
– Rutina