El control de accesos está a la orden del día. Las inspecciones de trabajo centran parte del foco en el control de presencia de los empleados. Hoy en día ya es obligatorio llevar un control de accesos para aquellos trabajadores contratados en jornada parcial o para contabilizar las horas extras. Sin embargo las empresas buscan sistemas de control de accesos más sencillo y económico.
La evolución y tendencias en sistemas de control de accesos
Códigos:
Las empresas empezaron a contar con aparatos donde los trabajadores introducían un código nominal. Este permitía un sistema de control de accesos básico. Sin embargo de carácter muy impersonal, el trabajador se identificaba a través de un número.
Tarjetas:
Más adelante la impersonalidad del uso de códigos y la necesidad de humanizar las empresas se topó con el auge de las tarjetas. Tarjetas nominales y personales que otorgaban al trabajador con una identidad propia. Estas tarjetas pueden ser leídas por un dispositivo situado en la entrada del espacio de trabajo.
Lectores:
Huyendo del elevado coste de tarjetas, reposición de las mismas y lectores de códigos, las empresas se han venido centrando en la huella digital. Personal e intransferible hoy en día sigue siendo una opción muy utilizada como método de identificación. Incluso podemos ver este método en teléfonos móviles y banca. Sin embargo ya son muchas empresas que desearían ahorrarse el aparato lector.
App:
El formato app es sin duda el más exitoso hoy en día dentro de los sistemas de control de accesos, pues permite a las empresas ahorrarse instalaciones y aparatos que aumentan el coste del control horario. La simple descarga de la aplicación por parte del empleado permite llevar un sistema de control de accesos a un coste muy reducido. App’s de control de accesos como intratime permiten al gestor acceder remotamente y en cualquier momento a los datos y la descarga automática de informes. De este modo favorece la autogestión del trabajo y tiempo.
Microchips:
Algunas empresas alrededor del mundo están probando este nuevo sistema. Se inserta un microchip entre el índice y el pulgar del empleado para controlar accesos y permitir accesos y ventas. Esta nuevo formato en prueba se considera altamente intrusivo y su éxito dependerá de la recepción que tenga socialmente y no en un ámbito profesional.