La figura del CIO hace unas décadas era clara. Antes se trataba de la persona encargada de crear las infraestructuras necesarias para dar soporte a las líneas de negocio de la empresa. En muchas ocasiones se le conocía como el informático o el técnico.
¿Cómo se ha convertido la figura del CIO en la de jefe?
Más allá del rol de CIO anterior, ahora las empresas han comprendido que la figura del CIO no está solo para dotar a la empresa de infraestructuras. El CIO debe integrarse en el 360º del negocio. Esto es debido a que la tecnología hoy en día ya no es solo un producto o que no solo aporta valor a las líneas de negocio. Hoy en día la tecnología puede ayudar a optimizar tiempo, aumentar productividad y mejorar los resultados de la empresa. Especialmente a través de una buena gestión del tiempo personal de los trabajadores.
Pongamos un ejemplo, la figura del CIO es la de aquella persona que entiende las necesidades de la empresa y decide implementar una tecnología como Intratime. La solución de Intratime, permite llevar un control horario del equipo humano. Pero no solo eso, también una rápida gestión de periodos vacacionales, jornadas y otras tareas como la gestión de gastos. Estas tareas hasta hace unos años suponían mucha dedicación por parte del departamento de RRHH.
La decisión la tomará en base a la necesidad de la empresa de crear informes. Desaparece la necesidad de perder el tiempo en su elaboración, de tener la información organizada y siempre a mano. De este modo el departamento de RRHH podrá dedicarse a mejorar en su ejercicio y dejar de lado las tareas burocráticas. Todo aquello que no aporta valor a la empresa se automatiza con la tecnología de Intratime.
¿Qué se espera de la figura del CIO?
Ahora más allá de “el informático”, el CIO debe tener un conocimiento global de la empresa. Éste debe ser conocedor de la visión corporativa, tener conocimiento de gestión del Big Data, conocer las necesidades del cliente. Con todo ello, el CIO marca una estrategia tecnológica que aporte valor sin perder de vista el ADN de la empresa.